Cooomo ven????

Los Angeles. (OTR/PRESS).- Tom Cruise se ha quedado plantado y sin familia. Las excentricidades del actor han acabado por agotar la paciencia de la hasta ahora sumisa Katie Holmes. Parece ser que la dulce Katie no ha podido aguantar más el peculiar y difícil carácter del actor, que controlaba todos y cada unos de sus movimientos, y ha decidido abandonar a su marido y marcharse con su hija Suri, de tan sólo once meses, del domicilio conyugal, una fastuosa mansión de 15 millones de dólares en Beverly Hills que se había convertido en su jaula de oro.

Los rumores sobre una posible crisis dentro del cienciólogo matrimonio llevaban ocupando las páginas de los periódicos desde hace un par de semanas. Pero hoy la revista norteamericana 'Life & Style' dice tener confirmada la ruptura. "Katie tenía que separarse de Tom porque vivía como si estuviera dentro de una olla a presión. No ha aguantado más", afirma una persona muy cercana a la actriz en declaraciones a la revista recogidas por OTR/Press. "Ella ha huido de casa, no podía aguantar más" asegura la confidente de la revista que apunta que la joven actriz estaría totalmente saturada del adoctrinamiento cienciólogo y del comportamiento excesivamente controlador y dominante de Tom.

El actor, que la obligó a adelgazar tras su embarazo, no estaba muy contento con el caracter de su esposa últimamente, ya que considera que es demasiado nerviosa e incluso se ha rumoreado que le suministra tranquilizantes diluidos en el agua sin su consentimiento.

Además, tras conocer las intenciones de su esposa de abandonarle, también habría ordenado que se reforzara la seguridad en su casa de Beverly Hills ante la posibilidad de que Katie huyera con Suri, como parece que finalmente ha ocurrido.

Habladurías que se unen a las del estrambótico embarazo y alumbramiento de Suri, con el rumor de la pareja comiéndose la placenta de su hija -presunta exigencia cienciologa- planeando durante meses por los medios de comunicación. Precisamente, a Cruise tampoco le gusta la actitud de su esposa ante la prensa y el público en general, la considera demasiado seria y ausente. Algo que contrasta con su estridencia y con su en más de una ocasión absurda sobreactuación ante las cámaras. Le gustaría que Katie cambiara y fuera más abierta, sonriente y comunicativa... en definitiva, más Cruise.